Un error en la aplicación del protocolo VAR pudo salvar al Málaga

Pulido Santana debió retrasar la señalización de la falta sobre Ismael para una posterior comprobación desde el VAR

Arrancó la temporada 2021/22 en La Rosaleda y Juan Luis Pulido Santana fue el primer colegiado en pisar el tapete de Martiricos y en vivir desde la piel de un árbitro un partido oficial con aforo en La Rosaleda. El partido acabó con 0-0 y estuvo caracterizado por las pocas interrupciones y el buen ritmo de juego.

La primera acción polémica llegó en el minuto 7, cuando Kevin cayó en el área y protestaba un agarrón del defensor. El público trató de apretar y protestó un posible penalti, pero Pulido Santana, bien colocado, pudo ver la acción con claridad y a buen criterio no señaló penalti.

En el minuto 30, en una acción de córner, Escassi acaba en el suelo después de que Rementeria le sujete mínimamente. Es cierto que el contacto existe pero el jugador del Málaga hace mucho por ir al suelo y el colegiado canario considera que no es una acción merecedora de penalti.

En el minuto 40 llegó una de las acciones claves del partido. Un centro procedente de una falta acabó en gol de Juande. Sin embargo, Francisco José Arencibia Medina, árbitro asistente de Pulido Santana, levantó la bandera rápidamente. Tras revisar la acción desde el VAR, donde se encontraba Ruben Ávalos Barrera, se confirmó esa posición antirreglamentaria y el gol no subió al marcador.

La primera parte transcurrió con total normalidad y no hubo acciones merecedoras de cartulina, de hecho, Pulido Santana no mostró ninguna tarjeta en los primeros 45 minutos. El tiempo de descuento fue de dos minutos, algo normal teniendo en cuenta que no hubo interrupciones en el juego salvo la pausa de refresco o cooling break, que se trata de una pausa de 90 segundos a un máximo de tres minutos que se producirá si se dan determinadas condiciones meteorológicas (temperatura y humedad altas) para que descienda la temperatura corporal y que no se deben confundir con la pausa de rehidratación (duración menor a un minuto).

Ya en la segunda parte, a penas con dos minutos de juego tuvo lugar una nueva acción en la que el balón golpea en la mano de Capellini. Sin embargo, la mano estaba completamente pegada al cuerpo y Pulido Santana, muy metido en el partido a pesar de que acababa de empezar la segunda parte, no considero la acción como penalti.

La primera cartulina amarilla llegó en el minuto 53, cuando Meseguer trastabilló a Kevin, que acabó cayendo al suelo. Es cierto que con esa entrada no se evitó un ataque prometedor ni fue una entrada dura, pero Pulido Santana quiso ir marcando su territorio y mostró la primera tarjeta del encuentro.

En el minuto 58 se produjo una acción en la que el balón golpeó en el colegiado después de que un disparo del Málaga fuese rechazado por un defensor del conjunto visitante. Ante esta situación, Pulido Santana paró el encuentro y procedió con un balón a tierra para el Mirandés, que había sido el último en tocar la pelota antes de que golpeara al árbitro. Es cierto que una vez el balón impacta en el colegiado la pelota sigue en posesión del Mirandés, por lo que no hubiese sido necesario proceder con balón a tierra. Sin embargo, el canario consideró que el Mirandés podía montar un ataque prometedor y por ello paró el juego.

Poco después tuvo lugar un choque entre Luis Muñoz y Álex Lopez. Ambos se dolían de la cabeza y, ante esto, el árbitro paró el juego de forma inmediata y permitió la entrada de las asistencias. Ambos salieron del terreno de juego para terminar de ser atendido en la banda y, una vez detenido el juego, Pulido Santana se acercó a comprobar si se encontraban o no en condiciones para seguir.

El Mirandés logró anotar gol en el minuto 79. Sin embargo, Pulido Santana consideró falta previa sobre Ismael, que acabó cayendo al suelo. Es cierto que el contacto existe, pero la fuerza empleada es más que dudosa e independientemente el colegiado debió haber esperado a que finalizara la acción para posteriormente acabar señalando la infracción. De esta forma, el VAR podría haber revisado la acción para confirmar si se había producido ese contacto y si era suficiente o no. Así es como se debe actuar según el reglamento: “Solo estará permitido retrasar la señalización de una infracción con el banderín o el silbato en situaciones de ataque muy claras, en las que un jugador esté a punto de marcar un gol o tenga un camino despejado en o hacia el área penal del equipo oponente”.

La segunda amarilla del partido llegó en el minuto 86 después de que Pulido Santana aplicara a buen criterio la ley de la ventaja en una acción en la que Onaindia derribó a Luis Muñoz cuando el balón no estaba en juego. El partido siguió y una vez salió la pelota del terreno de juego el colegiado canario mostró la cartulina al capitán del conjunto rojillo.

Luis Muñoz recibió la que fue la única tarjeta para los locales. La cartulina amarilla fue bastante clara, y es que el malagueño derribó de forma temeraria a Meseguer. Pulido Santana lo vio claro y mostró la que acabó siendo la última tarjeta del partido.

Otra de las acciones polémicas del partido llegó al borde del final. El Mirandés anotó el 0-1 en el minuto 93. Cuando todo parecía estar acabado para el Málaga, el VAR advirtió a Pulido Santana de una posible falta sobre Juande, que recibió una patada en su gemelo de la que se quejó de inmediato. El colegiado fue a revisarla al monitor y comprobó cómo Oriol Rey pateaba a Juande, por lo que el 0-0 volvió al marcador.

El partido, en el que Pulido Santana mostró tres cartulinas amarillas, terminó con un total de 23 faltas señalizadas, algo que demuestra que se trató de un partido con bastante ritmo y pocas interrupciones. Dejó varias acciones polémicas y dos goles anulados a instancias del VAR.

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