Triunfo de oro, doblete de platino y un diamante de Rosaleda

El Málaga se reencontró con su afición en La Rosaleda en plena fiesta por la victoria ante el Girona (2-0) y gracias al doblete de Paulino de la Fuente

Hay ganas de buen fútbol en Málaga. Después de los meses de este ambiente en La Rosaleda que nos robó la pandemia del COVID-19, el malaguismo ha vuelto a deslumbrar en una noche perfecta con una victoria redonda merced al doblete del hombre del partido, Paulino de la Fuente. Tres puntos que saben a oro para olvidar el mal sabor de boca en Almería.

José Alberto optó por dos variaciones importantes, una en cada extremo del equipo: Dani Martín sustituyó a Dani Barrio y Roberto, a Antoñín en esa tan demandada posición de ‘9’, por la que Chavarría y Sekou trabajan para recuperarse. Pero la realidad es que este Málaga carbura, juega bien, genera y tiene una identidad evidente que ha demostrado en casi todo el tiempo de competición que va hasta el momento.

La noche fue inolvidable para Paulino, su primer gran partido como blanquiazul, aunque la cita tiene otros nombres destacados como el de Brandon Thomas, un luchador indomable, y Alberto Escassi, que regresó a la posición de pivote tras su sanción frente al Almería y fue el buque insignia de la sala de máquinas del Málaga CF. Desde el comienzo, el dominio fue claro, como ante el Alcorcón, pero las contras del Girona eran peligrosas.

Entre la igualdad que por momentos parecía igualdad, Kevin apareció para electrocutar el ataque con sombreros incluso en defensa, regates imposible y una nueva confirmación de su excelso nivel. En el 41′, el joven canterano asistió a Paulino con un pase que rompió líneas por completo para que el ‘7’ de platino se diera la vuelta y colocara un disparo perfecto al palo derecho de Juan Carlos. Un gol al filo del descanso que encarriló el choque.

La situación cambió en el segundo tiempo. El Girona, que contó con la baja importante de Stuani, dio un paso adelante y ganó terreno para encerrar al Málaga en su zona de confort. Aun así, el equipo de José Alberto dispuso de un par de claras ocasiones que se escapó y que hubieran supuesto el segundo tanto de la tranquilidad. No obstante, el equipo catalán cogió impulso y, de hecho, Dani Martín salvó los muebles con alguna que otra intervención.

A la contra llegó el finiquito para sellar el triunfo. Brandon Thomas, en su última gran galopada, tiró un caño a Kebe en el área, pero no pudo superar a Juan Carlos. En el rechace, Paulino estuvo ahí para el 2-0. El Málaga se fundió en una celebración conjunta con su afición, que es un auténtico diamante en bruto. Una victoria que une, alegra e ilusiona al malaguismo.

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