Rectificar es de sabios, y para eso está el VAR

Hernández Maeso, que no consideró la mano como punible en directo, señaló penalti tras ver las tomas varias veces

En el partido entre Málaga y Mallorca era mucho más que tres puntos lo que había en juego. Los locales podían dejar prácticamente certificada su permanencia, mientras que una victoria para el conjunto balear podría suponer un paso adelante en su lucha por el ascenso directo a LaLiga Santander.

La primera acción polémica del partido llegó pronto, y es que en el minuto seis, un centro de Benítez acabaría impactando en la mano de Oliván, que se encontraba dentro del área. El colegiado, que estaba bien colocado, consideró en directo que no era una mano sancionable, y es que de inmediato negó a Benítez con el dedo. Sin embargo, tras revisarla en el VAR durante algo más de un minuto, Hernández Maeso decretó penalti a favor del Málaga. En las imágenes se pudo apreciar como la mano era clara, y es que el jugador no trató de quitar la mano, si no que hizo lo posible por evitar que la pelota le sobrepasara. Jon Ander González Esteban actuó de forma correcta al advertir al belga sobre la posible mano desde la sala VAR.

Tras el gol, el partido cambió por completo en el apartado deportivo, y es que el Mallorca pasó a llevar la iniciativa. Pocas faltas y mucho ritmo hubo en la primera mitad. Pocos incidentes destacables hubo antes de los 45 minutos, salvo una acción en la que Caye Quintana, de forma involuntaria y con el balón en juego, golpeó de forma temeraria en la cabeza de un Raíllo que tuvo que abandonar el terreno de juego para frenar la hemorragia ocasionada por el atacante malaguista. Hernández Maeso no decretó falta por esa acción que podría haber acabado con cartulina amarilla para el delantero del Málaga CF.

Poco que destacar en el apartado arbitral en el primer gol, que llegó en una jugada limpia. En el minuto 37, Raillo derribó a Caye Quintana de forma temeraria tras propiciarle un pisotón. Hernández Maeso, que ante las pocas faltas no quería cargar el partido con tarjetas, no mostró la cartulina a un Raíllo que hizo méritos suficiente para haber sido amonestado.

Al borde del descanso, Matos derribó a Antonio Sánchez en una jugada en la que parecía que el defensor sacaba el balón limpio. Sin embargo, Judit Romano García, asistente n°1, que se encontraba muy cerca de la jugada, consideró que había infracción y levantó el banderín. Por último, destacar que el descuento fue, quizás, algo corto si tenemos en cuenta que las asistencias entraron a atender a Maíllo y que en la revisión del penalti se consumió algo más de un minuto y medio.

La segunda parte comenzaría de manera accidentada, y es que Caye Quintana se fue al suelo en el minuto 47 en una acción en la que parece que se hace daño en el tobillo. Hernández Maeso, muy atento, para el partido en cuanto el balón sale del campo y permite la entrada de las asistencias.

La primera amarilla del partido llegó en el minuto 50. Fue una cartulina más que merecida para un Cristo que llegó tarde y derribó a Sastre de forma temeraria en la disputa de balón. Hernández Maeso no lo dudó y con un sprint corto se acercó al defensor del Málaga para mostrarle de forma inminente la cartulina amarilla.

La segunda amarilla llegaría en el minuto 60. Juande, que vio como el atacante del Mallorca le sobrepasaba, lo agarró evitando un ataque prometedor. El colegiado belga, que vio muy de cerca la acción, mostró la amarilla a buen criterio. De forma inmediata, en la acción siguiente, Oliván impacta con el codo en la cabeza de Yanis en una acción en la que Hernández Maeso, a pesar de que el defensor hizo suficiente para ver la amarilla, optó por advertir al jugador del Mallorca.

Tras el lanzamiento de falta, una vez el Mallorca se disponía a sacar la pelota desde atrás, Salva Sevilla cae al suelo tras un acercamiento de Cristian. El colegiado no decreta falta, pero su asistente, mejor colocada, sí que considera como falta esa acción. El jugador del Málaga recibió una tarjeta más que rigurosa, y es que a pesar que Salva Sevilla se queja del tobillo, Cristian tan solo lo empuja levemente, cometiendo falta pero sin más.

El partido se rompió en cuanto a tarjetas, y es que Hernadez Maeso mostró tres tarjetas en cinco minutos. La cuarta cartulina amarilla del partido llegaría para Sastre, en este caso por un derribo temerario sobre Joaquín Muñoz, que sufrió un pisotón en el tobillo.

Más tarde, en el minuto 70, Joaquín Muñoz cometió una falta bastante peligrosa por la cercanía al área. El colegiado estaba muy bien colocado y pudo ver con claridad que la acción había sido cometida fuera del área. No amonestó a Joaquín ya que la falta, a pesar de ser clara, no fue con extrema dureza ni se evitó con ella un ataque prometedor.

Alrededor del minuto 75, en un salto entre Raíllo y Scepovic, el delantero malaguista cayó al suelo tras recibir un pisotón del propio Raíllo que, teniendo en cuenta la anterior infracción cometida sobre Caye en la primera parte, debió ver la cartulina amarilla por un derribo temerario. El colegiado ni siquiera señaló falta y, de inmediato, Benítez cometió una infracción que también debió ser sancionada con amarilla y que Hernández Maeso, quizás influenciado por no haber señalado la falta anterior, no mostró la sanción correspondiente.

En la segunda parte, el partido tuvo menos ritmo debido a varias interrupciones. Una de las interrupciones llegó de manos de un choque de cabezas entre dos jugadores. El árbitro del encuentro paró el partido rápidamente y permitió la entrada de las asistencias. Tras salir los jugadores del campo, reanudó el juego con un balón a tierra a favor del equipo que había tocado la pelota por última vez, en este caso el Málaga CF. Un jugador local controló la pelota, mientras el resto, tal y como establece el reglamento, permanecen a al menos cuatros metros de distancia.  Además, Hernández Maeso, una vez los jugadores solicitaron su regreso al terreno de juego, se acercó a la línea de banda para comprobar su estado de salud, al tratarse de un golpe en la cabeza.

El descuento fue de cuatro minutos, tiempo bastante lógico teniendo en cuenta que se utilizaron cinco ventanas de cambios en total y que las asistencias tuvieron que entrar en una ocasión. En este tiempo extra, Raíllo fue amonestado por protestar una decisión del colegiado mientras que, ya con el tiempo prácticamente cumplido, Oliván vio la tarjeta amarilla tras cometer un derribo temerario en la frontal del área del conjunto bermellón.

Poco más que destacar en la actuación de un Hernández Maeso que cuajó una partido en el que, a pesar de no contemplar la mano en directo, rectificó tras recurrir al VAR. Además, mostró las cartulinas amarillas justas y necesarias, no se excedió con las tarjetas, de hecho, pudo mostrar alguna más, pero el partido estuvo bajo control en todo momento. Señaló un total de 31 faltas y mostró siete cartulinas amarillas.

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