Qué difícil es

Qué difícil es hablar con quien no sabe o no quiere entender. Supongo que todos hemos pasado por este trance agotador. Ese momento con tu jefe del «porque lo digo yo». Frase muy de padres también, usada para cerrar discusiones bizantinas y que suelen acabar en «y punto». Pues en ese momento están mis sentimientos en estos momentos.

He hecho cuentas, con calculadora científica de otros momentos de mi vida, donde por cierto he recordado que Ep=m.g.h, con todo lo que eso pueda significar. Como decía, he hecho cuentas y los números no me salen. Me enfrento a la opinión (no tan mayoritaria) sobre que el director deportivo del Málaga CF está haciendo una gran plantilla y a mí me da otro resultado. Yo veo a un director deportivo que ha ido tapando con parches la pifia anterior. Y si bien alguna era heredada, las acciones son las que son.

Sin tener en cuenta lo ocurrido en verano del año pasado, momento complicado por el tema ERE, la temporada empieza y cuando se abre el mercado de invierno, Manolo Gaspar tiene trabajo que hacer. El Málaga era el único club que pudo fichar antes de abrir el mercado por el tema de la lesión de Calero, pero Gaspar apura para traer a Alexander González hasta que ya había comenzado la ventana de fichajes. ¿Por qué? Pues no se sabe. Él comentó que tenía hasta cinco nombres para cubrir a Calero y esa vicisitud. Y se podría pensar que esta demora tiene que ver con una negociación ardua quizás… No sabemos, pero sí se puede decir que se firma algo contrario a los intereses del club. Hoy habrá que rescindir ese contrato, después de que se haya negado más de tres veces, como hizo aquel majete de la Biblia.

¿Y qué más trabajo hay? Dar la baja a Orlando Sa, jugador que se ve que no tiene minutos. Pero eso no ocurre. Se ficha a Scepovic, que da un gran rendimiento, pero el Málaga no tiene cláusula de renovación y el jugador se va libre y con cartel de jugador efectivo. Hoy está en competición europea, habiendo marcado tres goles en cuatro partidos. El famoso frío lejos de La Rosaleda que se repite más de mil veces. Pero ha hecho cosas buenas, claro. Jozabed está aquí en propiedad. Brandon parece que será un gran aporte. Se le escapó Soriano, que eligió Tenerife, y ahora empiezan los líos…

El club comienza a repetir la gestión de cuando Manolo Gaspar trabajaba con Caminero. Los cedidos, que no son gratis, por cierto, llenan la plantilla en todas las posiciones. Un portero, lateral derecho, lateral izquierdo, mediocentro y extremo izquierdo/delantero. En total, cinco jugadores. De una plantilla máxima de 25, supone un 20% de la plantilla. Lo digo por el gusto que tiene nuestro administrador judicial por los números y porcentajes. La pena es que nadie nos va a contar las cantidades que se han gastado de los dineros de la CVC o de otras cajas, en esta incalificable gestión.

Y aunque los cedidos se marcharán cuando acabe la temporada, al forofo no parece importarle. Deslumbrado por los brillos y auspiciados por parte de la opinión interesada, dejan de lado la pérdida de valor de lo nuestro en pos de esos ‘mercenarios’. Repetimos como cuando en el primer año del descenso se fueron más de 20 millones de euros en cedidos. Pero lo más grave no es eso. Lo peor es la sensación de que este director deportivo no ha trabajado durante la temporada y ha dejado todo para los chollos de fin de mercado. No parece que la plantilla esté compensada. No ha sacado a aquellos con los que no cuenta él y si cuentan en el límite salarial. Eso supone quedar en una pésima situación para negociar, pues los agentes sólo deben esperar a que el Málaga tenga la espada de Damocles de los números, para que ofrezcan barra libre de rescisiones.

Luego habrá que callar cuando estos jugadores encuentren acomodo, al cuarto de hora de salir del equipo que no fue capaz de venderlos. Así, a esta hora, la compensación de plantilla, tras arduo trabajo, nos provee de hasta seis jugadores que se han asomado al lateral derecho entre pretemporada y la temporada pasada. En el medio también hay ‘overbooking’, sin que haya un sustituto de garantías para Escassi. Centrales serán tres con ficha profesional, delanteros dos, uno de ellos que sale de una larga lesión y no se conoce su estado. Más el apaño del cedido Antoñín, que trabajó mejor desde la izquierda, pero se antoja delantero después del fiasco de gestión de Manolo Gaspar.

Y aún parece que llegará alguno más. Se hablaba de Ontiveros, que ha acabado en Osasuna. Así está la cosa. El aficionado malaguista no tiene aún un goleador en forma. Su cantera, como en el caso de Kevin, volverá a esperar a que los cedidos no puedan, quieran o rindan al nivel. Y aun así, para el malaguista, todo cuadra. Los malos son otros. Todo va bien.

Este año, por más que me guste el entrenador, me bajo de este barco. Seré un aficionado anónimo al fútbol. Sin pasión. Ya he sufrido la inacción y aplauso al que decía lo que todos querían oír. Lo que casi nos desciende. Yo me niego a repetir los errores del ayer. Qué difícil.

Un comentario en «<i>Qué difícil es</i>»

  • el agosto 27, 2021 a las 9:14 pm
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    Pues adiós, y si es posible en vez de bajar, salta, en medio del mar sin salvavidas y con una plomada atada al cuello.

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