Pocas y tardías amarillas, un empujón claro y un descuento agónico

El canario González Francés demostró porqué es el árbitro que menos amarillas promedia de toda la Segunda División

Málaga y Fuenlabrada se enfrentaron en La Rosaleda en un partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga SmartBank. El partido, dirigido por el recién ascendido González Francés, se desarrolló con bastante normalidad, pero dejó acciones polémicas y, sobre todo, pocas cartulinas amarillas.

El partido comenzó bastante tranquilo en cuanto a faltas, y la primera del partido llegaría en el minuto 3, cuando Roberto propició un pisotón a uno de los centrales del Fuenlabrada. La acción fue dura pero en ningún momento merecedora de cartulina amarilla. Si en esta ocasión no era necesario mostrar la cartulina amarilla, allá por el minuto 23, Cristóbal derribó de forma temeraria a Peybernes en una acción en la que el jugador del Fuenlabrada debió recibir la amarilla por impactar con los tacos en forma de plancha sobre el tobillo de Peybernes. El árbitro estaba muy cerca y no estimó oportuno mostrar la amarilla.

En el gol, poco que destacar en el apartado arbitral, y es que llega tras una acción de córner en la que la única duda que queda es la posición de Peybernes, que tras ser revisada por el VAR se corroboró que estaba en posición legal.

Tras el gol, el Málaga empujó y Kevin, en una jugada de mucho nivel logró regatear a tres rivales y se plantó en el área, momento en el que un jugador del Fuenlabrada robó la pelota al jugador malagueño, que protestó penalti. En directo parece que el jugador toca balón, pero las repeticiones dejan lugar a dudas aunque no hay ninguna toma clara en la que se pueda discernir si el jugador toca primero balón o el pie de Kevin.

Si tiempo atrás no había mostrado la primera amarilla del partido en una acción que era merecedora de ello, tampoco lo hizo en el minuto 33 cuando Sotillos agarró a Roberto, olvidándose del balón, y evitando un ataque prometedor. Si esta acción no fue sancionada con amarilla, tampoco sería sancionada con amarilla una acción en la que, de nuevo Sotillos, propició un cabezazo fortuito sobre Roberto. El árbitro aplicó la ley de la ventaja pero no mostró la primera cartulina del partido, que se hizo esperar demasiado. En esta acción, al ser un golpe en la cabeza, el árbitro paró el juego y ordenó la entrada de las asistencias para luego reanudar el juego con un balón a tierra para el Fuenlabrada, que era el equipo que tenía la pelota cuando el árbitro hizo sonar el silbato.

La primera mitad terminó con un total de diez faltas señaladas y ninguna amarilla, además de tener un descuento de dos minutos principalmente por esa acción en la que tuvieron que entrar las asistencias médicas.

Ya en la segunda parte, en el minuto 49, tuvo lugar una acción que enfadó mucho al feudo malaguista. Pol Valentín empujó claramente a Víctor Gómez en una acción en la que el árbitro consideró que la fuerza empleada no fue suficiente. El contacto existió y se produjo dentro del área, pero en esas ocasiones el VAR solo puede advertir al árbitro de que el contacto sí que existe pero es el colegiado de campo el que interpreta en directo la fuerza de la acción.

En el minuto 52 Zozulya dio una patada a Víctor Gómez cuando el jugador del Fuenlabrada se disponía a disparar a puerta. La fuerza empleada pudo ser suficiente para mostrar amarilla, algo que el árbitro del partido no hizo.

En el minuto 70, tras varias acciones merecedoras de cartulina que no se habían mostrado, tuvo lugar la primera amarilla del partido. Fue para Iribas, en este caso por un derribo temerario sobre Kevin, que tuvo que ser atendido por las asistencias médicas pero que no tuvo que abandonar el terreno de juego ya que la acción fue sancionada con amarilla.

Desde esa primera amarilla hasta el descuento el partido se desarrolló con buen ritmo y no hubo ninguna acción polémica. El descuento del partido fue de siete minutos, tiempo que refleja el tiempo perdido en las seis ventanas de cambios que se emplearon y en que las asistencias tuvieron que atender tanto a Paulino como a Kevin, por lo tanto una cifra elevada pero justa.

En el tiempo extra se vieron dos cartulinas amarillas, la primera de ellas fue para Paulino por protestar de forma reiterada una decisión del colegiado, concretamente una acción en la que Fuentes pisa con los tacos a Jozabed, acción que debió suponer amarilla para el jugador del equipo madrileño pero que el árbitro no interpretó así. La otra cartulina amarilla fue para Jozabed, también por protestar una decisión del árbitro.

En definitiva, un partido en el que se señalaron un total de 21 faltas y se mostraron tan sólo tres cartulinas amarillas. Además, dejó acciones polémicas en las áreas como ese empujón sobre Víctor Gómez que pudo ser penalti y dejó también un apartado curioso como el hecho de que el árbitro reflejara en el acta que Peybernes mostró una camiseta en honor a Luis Muñoz tras la consecución del gol.

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