Pocas tarjetas y un leve agarrón en un Málaga-Eibar con un susto en las gradas
Cordero Vega paró el encuentro unos segundos hasta confirmar con el delegado de campo que el incidente en la afición no iba a más
El Málaga y la SD Eibar se enfrentaron en La Rosaleda en un encuentro liguero que estuvo dirigido por el cántabro Adrián Cordero Vega. El partido contó con pocas cartulinas y alguna acción de área que provocó protestar por parte de algún jugador, pero que no fueron a más.
En el minuto 9 pudo llegar la primera amarilla del encuentro después de que Gallar diese un manotazo en la cara a un rival. Sin embargo, el colegiado no amonestó al jugador malaguista.
La primera parte gozó de buen ritmo en la primera mitad, con pocas infracciones por parte de ambos equipos. La primera amarilla se hizo esperar, ya que llegó en el minuto 41 y fue para Troncho por derribar a Ramón de forma temeraria. El árbitro, a buen criterio, aplicó la ley de la ventaja y una vez el balón dejó de estar en juego mostró la amarilla al futbolista de la SD Eibar.
La segunda amarilla del encuentro llegó en el minuto 70 y fue para Burgos por un derribo temerario, en una acción en la que el defensor malaguista derribó hasta a dos atacantes.
Pasado el minuto 80 saltaron las alarmas en el graderío de La Rosaleda, ya que los servicios de emergencia tuvieron que asistir, aparentemente, a un aficionado malaguista. El equipo arbitral se percató de la situación tras los ruidos generado por la grada y el aviso de algún jugador. El colegiado consultó con el delegado de campo, Victoriano Giraldez Carrasco, que se acercó a ese sector de la grada y contempló como el problema se había solucionado.
Una nueva amarilla llegó en el minuto 86 y en este caso fue para Rober Correa por retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo.
En el minuto 89 Febas reclamó penalti por una acción en la que Aketxe lo agarra levemente dentro del área. El agarrón existe, aunque el árbitro considera que es fruto del forcejeo habitual entre jugadores, ya que segundos antes Febas también agarrar al propia Aketxe. El árbitro interpretó la acción como un simple forcejeo con una fuerza muy leve y no señaló pena máxima.
Fruto de las protestas de Febas, que llegaron mientras el balón estaba en juego, el árbitro detuvo el juego y amonestó al futbolista por dichas protestas. Tal y como recoge el reglamento, Cordero Vega reanudó con un tiro libre indirecto en el lugar donde se produjo la infracción (en este caso la protestas verbal).
El partido se saldó con 19 faltas señaladas y cuatro cartulinas amarillas. El VAR, Prieto Iglesias, no tuvo que corregir ninguna decisión de Cordero Vega en un encuentro que terminó con victoria visitante por 0-1.
