Pellicer es el menor de los males de este Málaga

Los resultados tras el parón por el coronavirus están sembrando la duda sobre el técnico malaguista de manera injusta

El fútbol tiene una mente olvidadiza. Ya nadie se acuerda de la previa del Málaga-Zaragoza en La Rosaleda, donde muchos malaguistas se atrevían a divagar con una posible remontada hasta llegar a play-off. La realidad es que el juego y los resultados del equipos invitaban al optimismo tras solo una derrota en siete encuentros con Sergio Pellicer en el banquillo. Ay, qué gatillo fácil tenemos en Málaga para sobredimensionar las cosas, pero, sobre todo, para echar tierra encima sobre alguien que se está comiendo un marrón enorme.

Por mucho que Kiko García incida en la renovación de Pellicer, la cual, por cierto, llegó en un momento en el que absolutamente nadie dudaba de la valía del entrenador, la realidad es que eso es el menor de los problemas que tiene el Málaga ahora mismo. Ya se verá si Pellicer sigue la próxima temporada, si hay que pagarle el año de más que firmó o si él mismo renuncia a él para seguir ligado a la estructura del club. Lo único que importa ahora mismo es una cosa, salvar la categoría, ya que de ello depende el futuro de la entidad. Lo de la próxima temporada es punto y aparte.

Y esa misión que tiene el equipo se ha visto truncada por los tres resultados cosechados desde hace una semana. No, el problema no viene de más atrás, porque el Málaga estaba jugando bien, consiguiendo puntos y, de hecho, todos coincidimos en que perdió ante el Zaragoza, uno de los aspirantes al ascenso, de forma muy digna. Y tampoco, por supuesto, la mayor parte de culpa de estos tres resultados lleva la firma de Pellicer. Me niego a admitir eso cuando, partido tras partido, estamos viendo que mejores resultados se escapan por culpa de errores individuales.

Hagamos un repaso a lo visto tras el confinamiento. Derrota contra el Huesca (1-3) con cuatro jugadas puntuales clave en el encuentro: la mala defensa de Cifu, los dos errores gravísimos de Munir, el penalti infantil de Diego González y la expulsión incomprensible de Lombán. ¿Culpa de Pellicer entonces? No lo creo. En Tenerife, valioso empate tras una primera parte, eso sí, nefasta de un Málaga con el físico muy justo. Para la segunda parte, autoexpulsión de Keidi Bare y marcados todo el partido para defender.

Analizando el duelo ante el Extremadura, es difícil negar que Pellicer se equivocara a la hora de administrar los cambios. Pero, sin Keidi Bare, el partido cambia por completo con la lesión de Luis Muñoz. Un descalabro más por el que el entrenador no tiene culpa. Adrián no dio para más y Boulahroud no pudo sostener el centro del campo. Si a eso le sumas el grave fallo en el marcaje de Adrián en la acción del empate… apaga y vámonos. El Málaga jugó una gran primera parte ante el Extremadura y el Huesca, lo mismo con la segunda en Tenerife. Pero las individualidades, que antes salían, ahora están castigando al equipo. Muchos jugadores, además, están demostrando no tener nivel para esta categoría. Por tanto, no me vendan la moto, Pellicer es el menor de los males de este Málaga.