La Intertoto de 2002, el último título del Málaga CF

La entidad blanquiazul se convirtió en el primer equipo andaluz en levantar un trofeo europeo

Recordar es volver a vivir. Y los malaguistas tienen un gran baúl de los recuerdos. Málaga CF y Villarreal se jugaban la Intertoto en La Rosaleda un 27 de agosto del año 2002. El resultado en El Madrigal había sido un 0-1 a favor de los boquerones, siendo Gerardo García el héroe con traje de goleador. Quedaba la vuelta y lo mejor estaba por llegar.

La Intertoto era una copa europea a la que accedían aquellos equipos que no se habían podido clasificar a través de la liga a las competiciones europeas. Los campeones de este título se clasificaban para la antigua UEFA. El Málaga, entrenado por Joaquín Peiró, salía con Contreras en la portería; con Josemi, Fernando Sanz, Valcarce y Roteta en la defensa; con una primera línea de cuatro en el centro del campo formada por Gerardo, Romero, Musampa y Miguel Ángel; con un Sandro que sustituía en la mediapunta al lesionado Dely Valdés; y con Darío Silva en la punta de lanza.

Aquel equipo solía llevar la iniciativa en los partidos. Los de Peiró practicaban un fútbol de ataque, con esa archiconocida formación de 4-4-1-1, con mucho espacio entre líneas y una gran capacidad goleador. Este método les había permitido quedar décimos en liga en la campaña anterior.

Potenciales malaguistas en el Submarino

Aquel Villarreal, entrenado por Víctor Muñoz, tenía en su haber varias caras ilustres del fútbol español e internacional. Futbolistas como el portero Pepe Reina, el brasileño Belletti o el argentino Palermo estaban en sus filas. Pero en el vestuario amarillo también había malaguistas. Aunque ellos todavía no supieran que lo serían. Y malagueños.

El excentrocampista y actual entrenador Javi Calleja fue titular aquella noche. Probablemente no sabría que solo seis años después ficharía con el Málaga para ascender a primera. Su tocayo Javi Gracia no jugó nunca en el conjunto blanquiazul, pero, quizás por premonición, como futbolista del Submarino amarillo se quedó en el banquillo. Doce años más tarde entrenaría al Málaga.

El malagueño Aranda también fue alineado por Muñoz. E hizo de las suyas.

Una lucha sin cuartel

El partido comenzó con un juego bastante brusco. No fue una batalla campal. Pero casi. Con decir que a la media hora de juego las asistencias ya habían tenido que entrar tres veces… El Málaga consiguió llevar la iniciativa desde el principio del choque. Y el fútbol se lo devolvió. Marcaron primero  tras un córner que se quedó largo. Miguel Ángel, en segunda jugada, recogió la pelota en la esquina del área, chutó y la pelota, tras tocar en la cadera del lateral Roteta, se metió en la portería de Reina. Era el 1-0 en el marcador y el 2-0 en el global de la eliminatoria. La Rosaleda explotaba de júbilo. Los boquerones estaban un paso más cerca de la gloria.

La entidad de Martiricos pasó en solo cinco años de jugar en tercera división a disputar una final europea de Intertoto. Y solo diez años antes había desaparecido el Club Deportivo Málaga.

Con la ventaja en el global de 2-0, el Málaga cometió el error de echarse atrás. Y lo pagó. Casualidades de la vida: un malagueño, Aranda, puso el empate en el ecuador de la segunda mitad. Pero, por suerte para los blanquiazules, el marcador ya no se iba a mover más.

La tormenta después de la calma

El encuentro siguió su tónica: entradas duras, tarjetas, tanganas… Así hasta el final. Y en el último minuto, la ebullición. El argentino Martín Palermo cometió una dura falta en la que realizó una entrada feísima con los tacos por delante y se desató una tempestad en ambos banquillos. Todo el mundo saltó desde el banco al terreno de juego. Y hubo expulsiones de todos los colores.

Una vez que se disolvió la tangana, que no fue moco de pavo, el árbitro pitó el final. Ahora sí se iba a desatar la verdadera tempestad. Una tormenta blanquiazul de alegría y jolgorio. El Málaga Club de Fútbol se convertía en el primer equipo andaluz en levantar un título europeo y se hacía así con el primer trofeo de sus vitrinas: la Intertoto del año 2002.