La importancia del buen trabajo en equipo y pocas tarjetas en un Málaga-Sanse sin demasiada polémica

Los asistentes y el cuarto árbitro estuvieron muy atentos en acciones claves como la amarilla por un codazo a Roberto que el árbitro no pudo apreciar

Málaga y Real Sociedad B se enfrentaron en La Rosaleda en un partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga SmartBank. El duelo estuvo dirigido por el vallisoletano Oliver De la Fuente Ramos, que tuvo una noche relativamente tranquila en la que la actuación arbitral fue correcta y que no dejó lugar a demasiada polémica.

El partido comenzó con muy buen ritmo y pocas faltas, con dos equipos que querían jugar y darle continuidad al juego. El partido comenzó con un ritmo frenético, y es que en el minuto 7 el conjunto visitante se adelantó en el marcador. El gol llegó procedente de un córner y no dejó polémica alguna.

Poco más tarde, en el minuto 9, Roberto pondría el empate en el marcador en una jugada que tampoco generó polémica. A pesar de la efusividad y el empate, el partido siguió muy bien en cuanto a ritmo.

En pro de darle ritmo al partido, De la Fuente Ramos aplicó, a buen criterio, la ley de la ventaja en el minuto 36 cuando tras la ejecución de una falta un jugador de la Real tocó la pelota con la mano y fue directa a Dani Martín. Poco más tarde, en el minuto 38, volvió a aplicar la ley de la ventaja en este caso en una acción de fuera de juego de un jugador del Málaga. Sin embargo, la pelota la pudo jugar la Real Sociedad B por lo que para no parar el partido en exceso el árbitro aplicó la ventaja.

La primera parte no dejó ninguna cartulina amarilla, y es que no hubo ninguna acción merecedora de ello. El descuento fue de dos minutos, cifra que refleja el tiempo empleado en el cambio que realizó la Real Sociedad B por lesión y el tiempo que el juego permanece parado para la comprobación de los goles, que en este caso fueron tres.

La segunda parte siguió la línea de la primera, aunque en esta si se vería alguna que otra amarilla. La primera no se hizo esperar y llegó en el minuto 52 para Pokorny por golpear a Roberto con el codo de forma temeraria. En esta acción cabe destacar el trabajo en equipo entre De la Fuente Ramos y Samuel García Aguilera, asistente número 2 que fue el que vio esa acción ya que el colegiado no apreció falta y el asistente, que vio la acción mejor, advirtió de la infracción y de la cartulina.

En el minuto 64 Javi Jiménez debió  ver la cartulina amarilla por una acción en la que derribó a un jugador de la Real Sociedad sin estar la pelota a distancia de estar jugado. En este caso cabe destacar de nuevo el trabajo en equipo ya que en esta ocasión el árbitro tampoco pudo ver la acción y fue el cuarto árbitro o su asistente quien advirtió a De la Fuente Ramos. Sin embargo, el colegiado no mostró la amarilla que parecía clara.

Poco más tarde, en el minuto 67 sí que vio la amarilla Genaro en este caso por golpear con el brazo a un rival de forma temeraria. En este caso el atacante acabó con sangre en la cara y fue atendido por las asistencias médicas. El jugador no tuvo que abandonar el terreno de juego ya que la infracción constituyó amarilla y pudo ser atendido rápidamente.

Una nueva amarilla llegaría en el minuto 70, en este caso para Aldasoro  por sujetar a Paulino evitando con ello un ataque prometedor. El árbitro interpretó muy bien la acción y, sin duda, mostró la cartulina.

A pesar de que el resultado del partido era muy ajustado, no se cometieron muchas faltas y tampoco hubo acciones de excesivo peligro ni merecedoras de cartulina. En el minuto 85 el árbitro señaló una falta de Ramón muy rigurosa dentro del área de la Real Sociedad B. El Málaga recuperó la pelota y pudo finalizar la jugada de inmediato, por lo que el colegiado vallisoletano debió esperar a que acabara la acción para señalar la falta que parecía muy rigurosa.

El descuento fue de cuatro minutos, cifra bastante lógica teniendo en cuenta el tiempo empleado en las cinco ventanas que se utilizaron para hacer cambios y en la ocasión en la que las asistencias atendieron al jugador visitante. Más allá de ello el partido tuvo muy buen ritmo y se saldó con un total de 25 faltas señaladas, tres amarillas y ninguna acción polémica en las áreas. Además, el VAR no tuvo que corregir ninguna acción y destaca el buen trabajo en equipo entre el árbitro y los asistentes en varias acciones claves.