Hasta que el árbitro no pita el balón sigue en juego

Juande cometió un error infantil dentro del área que condenó al Málaga a una goleada

Ponferradina y Málaga se enfrentaron en El Toralín en un duelo en el que el Málaga se vio sobrepasado en el apartado futbolístico. En el apartado arbitral dejó una actuación plagada de trabajo para un Rafael Sánchez López que no estuvo muy acertado en ciertas ocasiones pero que remedió el buen uso del VAR, liderado por Iñaki Vicandi Garrido.

El partido comenzó con bastante tarea para el colegiado murciano, y es que en el minuto dos tuvo lugar el primer error de apreciación por parte de Sánchez López, que señaló penalti en el minuto dos en una acción en la que tras ser revisada se apreciaba claramente que la falta era a favor del Málaga y en ningún caso pena máxima. Vicandi Garrido hizo bien en advertir desde el VAR sobre esa acción y tras ello el colegiado principal reanudó con balón a tierra para Dani Martín.

El partido comenzó con este error del colegiado, algo que podríamos pensar que afectaría en su confianza a lo largo del partido pero que parece que no influyó en el murciano. La primera amarilla se hizo esperar, aunque en el minuto 7 Paulino sufre una falta en la que Naranjo le golpea por detrás y que pudo costarle la primera tarjeta.

El partido mantuvo un buen ritmo en prácticamente todo momento, pero en la acción del gol cabe destacar que se tardo demasiado en comprobar la validez del gol, y es que la posición de Naranjo parece ser correcta de forma evidente y el juego estuvo parado durante dos minutos, tiempo que posteriormente sería descontado.

La primera amarilla del partido se hizo esperar hasta el minuto 34, cuando Paulino derribó de forma temeraria a Agus Medina, evitando de esta manera un ataque prometedor. El colegiado interpretó correctamente la acción que era, sin duda, merecedora de amonestación.

En el segundo gol, en este caso en una acción de córner, el Málaga parece protestar falta sobre Jozabed cometida por Naranjo. Lo cierto es que el conjunto blanquiazul defiende de forma muy pasiva y hasta tres jugadores rematan en su propia área, y el contacto entre Naranjo y Jozabed no está fuera de lo normal por lo que no se cometió infracción alguna.

El descuento en la primera mitad fue de cinco minutos. Si a los dos minutos en la revisión del gol sumamos que las asistencias tuvieron que entrar en varias ocasiones al campo  y que el juego estuvo parado para revisar también la acción del segundo gol vemos como estos cinco minutos es una cifra bastante lógico teniendo en cuenta el tiempo perdido a lo largo del primer tiempo. Hay que destacar que pasado el minuto 50 la Ponferradina consigue un córner, pero al haberse cometido fuera del tiempo de descuento, este no se llegó a lanzar.

En el minuto 50 se dio una acción poco común en el mundo del fútbol profesional. Edu Espiau cayo derribado en la frontal del área en una acción que parecía falta clara, algo que también pensó Juande. Sin embargo, Sánchez López no pitó nada y el juego continuó. Tras ello, Juande, que cayó al suelo dentro del área, tocó el balón claramente con la mano de forma intencionada y ahora sí el murciano señaló la pena máxima. La jugada acabó en gol, pero el árbitro pitó mucho antes, por lo que el colegiado hizo lo correcto. En este caso cabe señalar la actuación de un Juande que cometió un error propio de prebenjamines, y es que siempre hay que tener en cuenta que el balón sigue en juego hasta que el árbitro no pita.

Ya con 3-0 el partido bajó un poco la tensión y no fue hasta el minuto 68 cuando se vio la segunda amarilla del encuentro. En este caso fue para Copete por realizar un derribo temerario sobre Paulino. La siguiente cartulina del partido fue en el minuto 77 para Escassi, por protestar que el colegiado fuese a revisar al minuto del VAR la acción por la que Haitam fue expulsado. La acción no deja lugar a dudas una vez vista la repetición, y es que aunque el jugador malaguista trata de retirar la pierna acaba impactando con los tacos en la cara del jugador rival, siendo considerado por el árbitro, a buen criterio, una acción de juego brusco grave en la que se pone en riesgo al rival.

Tras la expulsión de Haitam, Brandon acabó viendo la amarilla también por protestar la decisión del murciano. El partido siguió con buen ritmo y hasta el minuto 86 no tuvo lugar una nueva cartulina. En este caso fue para Ivan Calero, que volvía al equipo después  de mucho tiempo y que vio la amarilla por un derribo temerario sobre un atacante de la Ponferradina en una acción algo rigurosa.

El descuento fue de 7 minutos, cifra lógica teniendo en cuenta las revisiones del VAR y las pausas por las sustituciones, y es que aunque el resultado del partido era bastante holgado es necesario recuperar el tiempo perdido de un partido terminó con un total de 22 faltas señaladas, cinco tarjetas amarillas y una roja en una actuación de un Sánchez López que señaló un penalti, tuvo que ser corregido en la señalización de una pena máxima y tuvo que ser advertido por el VAR en la acción de la expulsión de Haitam.

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