Foto: ACB Photo / Mariano Pozo
El conjunto dirigido por Ibon Navarro cayó en la semifinal frente a un Valencia Basket que se mostró superior (87-93)
No pudo ser. El Unicaja seguirá una vez más sin poder levantar un título frente a su afición. Se quedó cerca en los instantes finales, lo peleó, pero Valencia Basket dio muestra de estar más cohesionado. El combinado taronja se mostró más contundente en el último cuarto y aprovechó su mayor determinación. No le influyeron las bajas a un equipo que se enfrentará mañana, a partir de las 19:00 horas, frente al vencedor de la semifinal que enfrenta a Real Madrid y La Laguna Tenerife.
Entró mucho mejor al partido el cuadro local. Los malagueños dominaba el rebote y corrían, con una versión muy acertada de Kravish (9 puntos sin fallo en el primer cuarto). Pedro Martínez intentó hacer algún ajuste en su plantel, pero nada pudo evitar el gran primer cuarto de los de Ibon Navarro (26-18).
No fue mala la salida al segundo cuarto del Unicaja, que llegó a colocar en el marcador hasta una máxima de 10 puntos (31-21). Sin embargo, en esta ocasión, la entrada de Sako y Costello, junto a las rotaciones exteriores, fueron reduciendo la renta hasta conseguir la primera ventaja para los visitantes (38-39). Los triples de Costello junto a la dirección de Darius Thompson y los puntos de Omari Moore, el más destacado del encuentro con 20 puntos, fueron determinantes. En frente, Duarte con 10 puntos en el cuarto fue clave para mantener la ventaja local al descanso (44-43).
El tercer parcial destacó por la rápida entrada en bonus de ambos conjuntos y la elevada anotación (27-30 en el tercer cuarto). Pintaba gris para el Unicaja, que conforme avanzaba el tiempo iba concediendo más y más a su rival. Perry fue la constante y gracias a la irrupción de Barreiro, Sulejmanovic y Balcerowski, el encuentro se mantuvo con vida de cara a los últimos diez minutos (71-73).
En el último cuarto no hubo color. Los de Pedro Martínez fueron superiores y se mantuvieron por delante gracias a su acierto exterior. Unicaja, como es habitual, lo peleó hasta el final (87-93). A pesar de ello, dio muestras de estar un peldaño por debajo de su rival, al menos en el día de hoy.
La competición no espera y el próximo sábado 4 de octubre tendrá que hacer frente a su debut en Liga Endesa. El Unicaja tendrá una nueva oportunidad para quitarse el mal sabor de boca frente a Bilbao Basket, con Melwin Pantzar en sus filas, y que se encargará de ejercer de oposición en un Carpena que volverá a vibrar tras haber vivido la pasada campaña un año irrepetible.
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