El porqué de la validez del gol de Rubén Castro en un Málaga-Tenerife con muchas amarillas
Jon Ander González Esteban mostró siete amarilla en un partido en el que el VAR tuvo que intervenir para dar validez al único tanto del conjunto local
El Málaga recibió al Tenerife en La Rosaleda para disputar un partido correspondiente a la jornada 22 de LaLiga SmartBank, que estuvo dirigido por el vasco Jon Ander González Esteban. El resultado del encuentro, en el que Iñaki Vicandi Garrido actuó como VAR, fue de 1-1.
La primera mitad dejó lugar a numerosas amonestaciones, concretamente cinco. La primera de ellas no se hizo esperar y llegó en el minuto 11. Fue para Genaro por dar una patada a un rival, de forma temeraria, en una acción en la que el jugador malaguista eleva la pierna e impacta sobre el adversario.
Tan sólo dos minutos más tarde Escassi vio la amarilla por sujetar a un adversario, impidiendo su avance y evitando con ello un ataque prometedor. Esta sería la última amarilla para los locales, pero González Esteban también mostró varias cartulinas a un Tenerife que vería la primera amonestación en el minuto 26, después de que José Angel derribara de forma temeraria a Ramalho.
Una nueva amarilla llegó en el minuto 32 y fue para Enric Gallego. En este caso por un derribo temerario sobre Genaro en una acción en la que González Esteban, a buen criterio, aplicó la ley de la ventaja para más tarde acabar mostrando la tarjeta al jugador del Tenerife.
El partido continuaba con ritmo, aunque con alguna pérdida excesiva de tiempo por parte de Juan Soriano, guardameta local, que no sería amonestado por dichas pérdidas de tiempo. Sin embargo, el exportero del Málaga CF sí que acabó siendo amonestado en el minuto 36 por, tal y como González Esteban reflejó en el acta del encuentro: «Realizar observaciones de orden técnico a una de las decisiones del árbitro asistente Nº1″.
El descuento de la primera parte fue de un minuto. Lo cierto es que hubo un ritmo de juego considerable, pero las cinco amarillas y la tardanza por parte de Soriano fueron suficiente para decretar un descuento mayor, algo que no estimó el colegiado del encuentro.
La sexta amarilla del partido llegó en la segunda parte, concretamente en el minuto 62. Esta fue para Aitor Sanz por sujetar a un adversario, de forma ostensible. Poco después a esta acción, Javi Jiménez protagonizó dos lances en los cuales el defensor malaguista pudo ver la amarilla, ya que realizó dos entradas en diferentes minutos que se saldaron con la advertencia verbal de González Esteban, pero ninguna con amonestación.
La última amarilla llegó en el minuto 81 y fue Iván Romero por derribar a un adversario de forma temerario. González Esteban contempló la acción desde muy cerca y consideró que esta era merecedora de amonestación. Además de esta, Dauda debió ver la amarilla en el minuto 84 en una acción en la que el atacante, claramente, simuló ser objeto de infracción dentro del área del Málaga CF.
La acción clave del encuentro llegó en el minuto 85, momento en que Rubén Castró anotó gol con un golpeo desde fuera del área. El balón pasó cerca de Fran Sol, que se encontraba en posición de fuera de juego (estar en posición de fuera de juego no es infracción), por lo que Aitor Moleón Cuenca, árbitro asistente número 2, junto a González Esteban consideraron en directo que la presencia de Sol impedía a un defensor jugar la pelota o dificultaba la visión del guardameta y anularon el tanto.
Se trata de un caso de fuera de juego por interferencia en el adversario, que en este caso no existía ya que la posición de Fran Sol era lejana al guardameta, por lo que el campo de visión del portero no se veía afectado. Ante ello, Vicandi Garrido advirtió desde el VAR y González Esteban rectificó la decisión del equipo arbitral en el terreno de juego.
El descuento del partido fue de siete minutos inicialmente. En este tiempo Borja Garcés debió ver la amarilla en una acción en la que dio un manotazo en la cara a Luis Muñoz, de forma temeraria. González Esteban otorgó un minuto más de añadido ante las pérdidas de tiempo del equipo visitante en un partido que se saldó con 21 faltas señaladas, siete amarillas y una intervención del VAR para que subiera el 1-1 al marcador después de que el tanto fuese invalidado en primera instancia.
