Con la miel en los labios, una vez más

El Málaga cae derrotado en Anduva en un injusto encuentro en el que fue protagonista y no encontró premio (1-0)

Jugar bien y perder, o jugar bien y ganar. El eterno dilema de siempre. Hoy puede ser un ejemplo claro, el Málaga jugó como nunca pero acabó perdiendo. Puede que el fútbol sea injusto a veces, en el caso del Málaga unas cuántas más, pero se trata de que marques un gol más que el rival. Y eso fue lo único que hizo el Mirandés, que saca un botín injusto en uno de los mejores partidos del cuadro blanquiazul.

Pellicer no sorprendió al inicio, sólo cambió a Ismael por Alexander respecto al último once que ganó al Rayo, pero la fórmula no funcionó como anteriormente. Dejó de nuevo a Ramón en el banquillo y apostó por darle una nueva oportunidad a Jozabed. El Mirandés comenzó a verlas venir, esperando a ver qué Málaga se encontraba. Y se encontró al bueno. Un asedio continuo a partir del minuto diez de encuentro, en la que el Málaga pudo adelantarse en el marcador e incluso duplicar esa ventaja. Hasta ocho tiros se contaron en el primer tiempo. Joaquín lo intentó en solitario desde la frontal con un duro disparo rozando el palo y advertía a Lizoain que tendría trabajo para rato.

Posteriormente en un centro, Chavarría remataba y en el rechace del guardamenta llegó Jozabed, que no fue capaz de mandar el balón al interior de la portería. Yanis pudo también adelantar al Málaga, al igual que Luis Muñoz estrelló la mas clara en el palo izquierdo de la portería local. El equipo de Pellicer no encontró la efectividad que necesitaba y se acabó acordando de ello al término del encuentro. No fue capaz de aprovechar sus ocasiones, algo que sí supo hacer el Mirandés y por eso se llevó el gato al agua. El Mirandés, a penas compareció en la primera parte.

El descanso se veía que no sentaría bien a los costasoleños. Arrancó con la misma iniciativa, pero sin la misma explosividad. A pesar de eso, siguió el Málaga practicando un muy buen fútbol, con un Chavarría que luchaba cada pelota que llegó hasta el punto de acabar con la cabeza vendada por un golpe con un rival. Acabó obligado a ser sustituido por una carga de un rival, en la que su pierna no cayó de la mejor forma. Entró Caye Quintana y el ariete argentino no dejó buenas sensaciones en su salida, cojeando. Puede ser otro problema para el quebradero de cabeza de Pellicer, que posteriormente deseaba que sea lo menos posible para un jugador tan importante.

El equipo malaguista continuó intentándolo mediante jugadas a balón parado, que hoy supo gestionar a su favor para crear ocasiones importantes. Y eso mismo es lo que hizo el conjunto local. A balón parado, aprovechando la hibernación de la defensa malagueña y anotando un gol muy injusto para lo que ocurría en el partido. El Mirandés repetía una fórmula de tremendo éxito para hacer daño al conjunto de Pellicer, el balón parado. Fue primeramente anulado por Vicandi, pero con su ayuda en el VAR que tras trazar las líneas dictaminó que el gol era legal de Vivián. Un mazazo de dolor irreparable para el Málaga.

A partir de ahí, poco pudo hacer por reaccionar. Pellicer quería marcar un cambio, dando entrada a Julio, Orlando y Jairo, pero eso no fue suficiente. El golpe del Mirandés fue claro, de esos difícil de los que reponerse y más con poco tiempo. El equipo visitante no fue capaz de encontrar la forma de poner la igualada y acabó con la miel en los labios.

El fútbol no es justo y eso se demostró en Anduva esta tarde. A pesar de ser superior, eso no es suficiente para ganar en el fútbol profesional. El Málaga no aprovechó sus armas para cazar al oso y el oso acabó comiéndose al Málaga.

Sergio Ramírez

Estudio Periodismo en la Universidad de Málaga. Comentarista y narrador en SportDirect. (Twitter: @sergioramz_)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com