Bendito VAR en un partido con muchas tarjetas y una posible expulsión
Sagués Oscoz tuvo una actuación compleja en la que se señalaron dos penaltis a instancias del VAR en un partido en el que Kravets pudo ver dos cartulinas
Málaga y Sporting de Gijón se enfrentaron en La Rosaleda para disputar un partido correspondiente a la jornada 23 de LaLiga SmartBank. El primer duelo del año en el feudo malaguista estuvo dirigido por el vasco Gorka Sagués Oscoz, que tuvo bastante tarea en una tarde en la que Vicandi Garrido desde el VAR tuvo que intervenir en varias ocasiones, ante errores claros y manifiestos.
El partido comenzó con buen ritmo y un conjunto local muy bien plantado. La primera cartulina no se hizo esperar y fue para Berrocal por derribar a Roberto de forma temeraria. A pesar de que fue muy pronto, el colegiado mostró la tarjeta ante la dureza de la entrada, que además se produjo a escasos metros del asistente número 1.
En el minuto 12 tuvo lugar una acción clave en el partido. Kevin pisó y derribó a Rodríguez dentro del área. El árbitro, a pesar de estar muy cerca de la acción, no vio el contacto y no señaló pena máxima. Sin embargo, desde el VAR advirtieron al colegiado de un posible error y Sagués Oscoz señaló, a buen criterio, la pena máxima. Además, supuso amonestación para Kevin por el derribo.
El Málaga trató de seguir en la dinámica de los primeros minutos. Sin embargo, la desesperación se dejó ver y Escassi vio la amarilla en el minuto 18 después de que el malagueño cometiera una falta y a continuación protestara una decisión del colegiado de forma exaltada. El partido continuó con bastante tensión y se sucedieron varias tarjetas. En el minuto 23 fue turno para Pedro Díaz, que derribó a Brandon de forma temeraria. El jugador visitante impactó con su empeine en la pierna de apoyo del jugador malaguista y el árbitro no dudó en mostrar la amarilla.
En el minuto 25 Paulino pudo ver la amarilla en una acción en la que comete falta al levantar la pierna a una altura bastante elevada, llegando a impactar en el defensor. Sin embargo, el colegiado no mostró la tarjeta.
En el minuto 26 tuvo lugar otra acción clave en el partido. En este caso en el área que atacaba el Málaga. Escassi cayó en el área, quejándose de un penalti. El árbitro no lo señaló y el partido continuó. Sin embargo, cuando se paró el juego, Vicandi volvió a advertir al colegiado y este acabó señalando la pena máxima en una acción en la que el contacto es claro.
La primera parte dejó bastante trabajo al equipo arbitral. Fue una primera mitad para dejar claro que el buen uso del VAR es beneficioso para el fútbol, ya que de no existir no se habrían sancionado dos penaltis que, con esta herramienta, parecen claros. El descuento fue de 4 minutos, cifra que se corresponde al tiempo empleado en las dos revisiones de VAR, un cambio realizado por el Sporting y varias veces que las asistencias médicas tuvieron que entrar al terreno de juego.
La segunda parte también tuvo numerosas interrupciones. La primera amarilla llegó en el minuto 60 y fue para Babin por sujetar de forma persistente a Ramón, evitando un ataque prometedor. En el minuto 63 Kravets, que ya había hecho varias faltas, debió ver la amarilla por propinar un pisotón a Paulino y derribarlo de forma temeraria. Sin embargo, a pesar de la dureza y de la reiteración de faltas del jugador, Sagués Oscoz no amonestó al defensor.
Una nueva amarilla llegó en el minuto 66 y fue para Ramón por sujetar a un contrario de forma persistente y evitar con ello un ataque prometedor. El trabajo continuó para el colegiado, que amonestó en el minuto 72 a Nacho Méndez por un derribo temerario sobre Javi Jiménez.
Kravets, que debió ver la amarilla por su reiteración y, sobre todo por una acción sobre Paulino, acabaría siendo amonestado en el minuto 81 por sujetar a Paulino de forma persistente, evitando con ello un ataque prometedor. La cartulina fue clara, pero de haber sido amonestado por acciones previas habría supuesto la segunda amarilla para un defensor que podría haber dejado al Sporting con 10.
Una nueva amarilla llegaría en el minuto 84, en este caso para Dani Martín que, tensó por el resultado, protestó de manera exaltada al colegiado. El 2-2 del partido no acabó con la tensión, y en el minuto 89 Jozabed fue amonestado en una acción en la que protesta al árbitro de manera exaltada.
La protesta de Jozabed llega después de que un jugador del Málaga disparara a puerta y el balón acabara impactando en el árbitro fuera del área. Se trata de un error de colocación del colegiado, que una vez el balón se marchó por línea de fondo e iba a ser saque de meta favorable al Sporting, reanudó con balón a tierra para el Málaga en en lugar donde impactó la pelota. Sin embargo, según el reglamento, debió reanudar con saque de meta ya que la posesión del balón no cambió y la pelota se marchó fuera del terreno de juego. El reglamento dice lo siguiente:
El balón no estará en juego cuando:
• haya atravesado completamente la línea de meta o de banda, ya sea por el suelo o por el aire;
• el juego haya sido detenido por el árbitro;
• el balón toque a un miembro del equipo arbitral, permanezca en el terreno de juego y, además:
• un equipo inicie un ataque prometedor o
• el balón entre directamente en la portería o
• el equipo en posesión del balón cambie.
En todos los casos anteriores, el juego se reanudará con un balón a tierra.
La clave está en que en ese caso el balón abandonó el terreno de juego y no cambió la posesión del balón antes de ab andonarlo.
El descuento fue de 4 minutos, cifra que se corresponde a las cinco ventanas de cambio que se emplearon en la segunda mitad. El partido terminó con un total de 32 faltas, 11 amarillas, dos penaltis señalados a instancias del VAR y un Sporting que pudo acabar con 10 en una actuación de Sagués Oscoz que dejó mucho que desear.
