Ante el poco ritmo de partido, tarjetas

De la Fuente Ramos mostró un total de nueve amarillas en una segunda mitad con muchas interrupciones

Real Oviedo y Málaga CF se vieron las caras en el Carlos Tartiere en un duelo en el que los locales podían certificar la permanencia, algo que el Málaga ha había hecho antes del inicio del partido gracias a la derrota del Logroñés. El partido comenzó con buen ritmo, y es que la primera falta fue en el minuto 11. Justo después, Yanis también recibió una falta en la que el defensor se apoya sobre el jugador del Málaga en el salto y lo derriba.

El partido se trabó un poco, y es que varias infracciones cortaron el buen ritmo inicial, pero aún así, seguía siendo un partido con bastante ritmo. Una falta de Escassi  y más tarde una cometió una falta en la que derribó a un contrario por detrás, algo que más tarde haría Grippo sobre Joaquín Muñoz. De la Fuente Ramos, bien colocado, pudo valorar las acciones que, tal y como actuó el colegiado, no merecían mayor castigo.

En el minuto 29, Mini recibió un manotazo en la cara por parte de Tejera, acción que De la Fuente Ramos, a pesar de estar muy cerca, no sancionó con falta, y que viendo las repeticiones se pudo apreciar que el contacto era claro. Más tarde, el propio Mini recibiría una falta en la zona ofensiva cometida por Borja. De la Fuente Ramos no la señaló en un primer momento, pero Samuel García Aguilera, árbitro asistente número 2, sí que apreció infracción y levantó el banderín.

En definitiva, una primera parte que dejó poco que reseñar en el apartado arbitral. No hubo jugadas de área, infracciones merecedoras de amonestación o expulsión ni polémica. El árbitro no decretó tiempo de descuento, y es que la primera mitad apenas dejó interrupciones.

La segunda parte empezó algo más ajetreada, y en el minuto 55 Tejera golpea a Mini con el codo sin estar el balón a distancia de ser jugado. De la Fuente Ramos amonestó a Tejera por ello en una acción en la que incluso podría haberse considerado como agresión, que habría acarreado la  expulsión del jugador. También amonestó a Mini por encararse con un rival sin llegar a la amenaza ni al insulto.

En el gol, poco que destacar en la actuación de De la Fuente Ramos, y es que no hubo lugar para la polémica, a pesar de que el juego estuvo parado casi dos minutos debido a una revisión de VAR.

La tercera amarilla del partido llegó para Nahuel, que golpeó a Escassi, a criterio del árbitro, de forma temeraria. Es cierto que el contacto existe y Escassi termina cayendo, por lo que el jugador del conjunto asturianos vio la cartulina amarilla. Poco después, Rodri vería también la cartulina amarilla. En este caso fue por dar un manotazo a Ismael en la cara, por lo que la amonestación es indiscutible.

Ante las pocas infracciones cometidas en la primera parte, la segunda mitad fue completamente diferente, y es que de nuevo De La Fuente Ramos acabaría mostrando una nueva tarjeta amarilla, en esta ocasión a Cristo. El defensor cometió falta clara, y es que derribó de forma temeraria a Sangali tras propiciarle un duro pisotón por detrás.

En el minuto 75 llegaría una acción poco común en el apartado arbitral. El balón golpeó en el colegiado. Por ello, tal y como establece el reglamente, se procedió con un balón a tierra para el Oviedo, que había sido el último equipo en golpear la pelota antes de que esta impactase en De la Fuente Ramos. Esto es un cambio reciente en la norma, y es que aunque antes, el procedimiento de balón a tierra solía suponer la disputa entre ambos equipos por hacerse con la pelota, pero ahora consiste en darle la posesión del balón al  equipo que tenía la pelota. Es necesario parar el juego para hacer balón a tierra si el balón cambia de posesión o si se genera una acción de peligro, por lo que si el balón hubiese seguido estando en posesión del Oviedo, no hubiese sido necesario parar el juego.

Una nueva amarilla llegaría en el minuto 80, cuando Juanjo Nieto sujetó de forma persistente a Caye Quintana evitando un ataque prometedor. El árbitro, a buen criterio, mostró la cartulina al defensor del Oviedo en una acción muy clara. En el tramo final de partido en el minuto 88, Joaquín vio la amarilla por un derribo temerario sobre Borja, que cayó al suelo. El árbitro, concedió ventaja a buen criterio y, una vez salió la pelota, mostró la cartulina al malagueño.

El descuento fue de cinco minutos, siendo una cifra bastante correcta teniendo en cuenta que se emplearon cinco ventanas de cambio y que el partido tuvo menos ritmo que en la primera mitad. Un descuento que dio para mucho, y es que Alexander vio la cartulina amarilla por propiciar un manotazo al rival, acción que pareció más aparatosa en directo pero que las repeticiones permitieron ver cómo la amarilla fue algo rigurosa. Además, Bolaño vio la tarjeta amarilla por un derribo temerario en el que evitó un ataque prometedor.

En definitiva, un partido bastante tranquilo en la primera mitad y algo alborotado en la segunda para un De la Fuente Ramos que señaló 30 faltas y que mostró un total de nueve amarillas y que no tuvo que ser corregido por el VAR en ninguna acción. Es cierto que la primera parte fue mucho más dinámica y, ante las interrupciones de la segunda mitad, el colegiado castellanomanchego respondió con cartulinas amarillas.

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