Abromaitis y Brizuela logran lo imposible
El Unicaja enmienda todos sus errores y consigue vencer, ante todo pronóstico, al Valencia Basket por 66 a 71
Quien lo iba a decir hace apenas 24 horas. El conjunto cajista da un golpe sobre la mesa tras derrotar al Valencia Basket por 66 a 71 y poner la primera piedra del camino para reconducir su temporada. El Unicaja tiene estas cosas, lo mismo pierde contra un equipo de la parte baja de la tabla, que se planta en la Fonteta y domina a un equipo que venció al Real Madrid en Euroliga. Sea como fuere esta victoria es vital para el futuro del equipo.
El inicio del encuentro transcurrió según lo esperado. Los de Jaume Ponsarnau salieron con el cuchillo entre los dientes con un Klemen Prepelic colosal. En los primeros cinco minutos del encuentro, el Unicaja tan solo anotó cuatro puntos, pero de repente apareció el salvavidas de los malagueños, Tim Abromaitis. El americano hizo reaccionar a sus compañeros con dos triples consecutivos, que junto a otro de Bouteille, pusieron contra las cuerdas a los taronjas. De perder de 12 puntos a acabar el cuarto con tan solo dos de diferencia.
El protagonismo en la pista se fue intercambiando entre Abromaitis y Brizuela. Si en el primer cuarto el salvador fue el ala-pivot, en el segundo lo sería la Mamba Vasca. Con un parcial de 0-8 a favor de los cajistas, el Unicaja se puso por delante en el marcador por primera vez en el partido. Por fin le salían las cosas a los malagueños. La defensa del conjunto de Los Guindos volvió a recuperar su esencia, logrando que el Valencia perdiese hasta 11 balones en la primera mitad y 23 en total.
A pesar de las pérdidas y la desconexión momentánea de los locales, Dublejvic mantuvo vivo a su equipo cuando más lo necesitaba para irse al descanso con cinco puntos de ventaja (33-28). Las sensaciones no eran malas, el Unicaja le plantaba cara a todo un Valencia, pero aun quedaba lo peor, rezar para que la desconexión del tercer cuarto no apareciese. Los cajistas eran conscientes de la importancia de este encuentro y, por primera vez en lo que llevamos de temporada, el Unicaja salió enchufado tras el paso por vestuarios.
Nuevamente Abromaitis se echó al equipo a las espaldas y a base de triples y tiros acertados en zona, mantuvo al equipo en el encuentro. De los 21 puntos anotados en el tercer cuarto, 12 salieron de las manos del americano. Mención especial, por supuesto, para Alberto Díaz, sobre todo este tramo del encuentro. El malagueño asumió el peor papel de todos. Con Gal Mekel lesionado, la dirección del equipo recaía solo para él. El base disputó 35 minutos sin fallos. Dió 7 asistencias, recuperó 7 balones y apareció en ataque cuando más lo necesitaba el equipo.
Los últimos diez minutos fueron de infarto. El Valencia conseguía mantenerse por delante en el marcador gracias a jugadores como Dubljevic (15 puntos), Kalinic (14 puntos) o Mike Tobey (10 puntos). Sin embargo, apareció el de siempre en estas últimas jornadas, Yannick Nzosa. Las estadísticas no lo reflejan, pero el canterano es la gran figura de la defensa cajista. Hasta cuatro tapones llegó a colocar el joven cajista para desestabilizar por completo el ataque taronja.
A falta de dos minutos para el final del encuentro, Francis Alonso anotó dos tiros libres vitales, que sumados a un triple magistral desde la esquina de Waczynski, pusieron al Unicaja por delante en el marcador. Lo intentaban los de Jaume Ponsarnau, pero Brizuela les paró los pies con cinco puntos consecutivos que acabarían dandole la victoria al conjunto cajista. Al fin una buena actuación de los malagueños. Las buenas sensaciones parecen que empiezan a resurgir, pero no hay que confiarse. Hoy las cosas han salido bien, ahora lo fundamental es mantenerse para recolocar al equipo en la posición que le corresponde.
