Pellicer da un golpe en la mesa

Más allá de la importancia de la victoria ante el Deportivo de La Coruña y de lo que significa este triunfo para frenar la caída libre que llevaba el equipo, el técnico malaguista convirtió las dudas que se habían cernido sobre su figura en un mensaje encriptado dirigido a la directiva que ha dejado una incógnita: ¿Qué está pasando entre el cuerpo técnico y los que mandan en el club?

Hay que entrar en el terreno del periodismo ficción o en la pura elucubración para tener una respuesta a esa pregunta. Solo Pellicer sabe qué quiere decirle a José María Muñoz. El caso es que todo apunta, en el entrelineado de las palabras del técnico de Nules, a que esta semana, la más complicada desde que llegara al equipo, no ha tenido ninguna muestra de apoyo. “Si esto va a ser así, mejor hacerlo ya”, es un mensaje directo en el que se pone de manifiesto esa soledad, esa falta de empatía que parece haber molestado a Pellicer por parte de los que ocupan la zona noble de la entidad.

El administrador judicial fue quien, en su día, convenció a Pellicer para que volviera tras negarse a renovar por las desavenencias con Manolo Gaspar, por aquel entonces director deportivo. La salida de este último fue junto a la insistencia de Muñoz el detonante de su regreso. Desde entonces un ascenso y una salvación forman parte de su historia.

Parece que a Pellicer no le gusta el cariz que está tomando la situación actual. Arropado por una plantilla comprometida y que lo da todo por la causa, al técnico blanquiazul parece haberle faltado un gesto desde los despachos en estos momentos difíciles.

Anuncia que habrá que reunirse. No sé cuánto de liado estará el administrador para verse con su técnico, pero no parece que quien fue a convencerle para que volviera haya estado muy por la labor estas semanas difíciles, o simplemente no se ha dado cuenta de lo que estaba sintiendo el entrenador.

Un frente más abierto para una administración judicial a la que se le está haciendo bola tantos años en el puesto y sin una clara fecha de finalización. Cada vez parece tener más voces contrarias y en nada beneficia eso al club.

Entre las palabras que Pellicer dejó en la sala de prensa de La Rosaleda, han llamado la atención las que hacían referencia a que, en esta jornada, su hija no pudo acudir al estadio para ver a su equipo. Imaginamos que ante la petición de su propio padre para prevenir que la muchacha pasase un mal rato y tuviera que vivir situaciones incómodas. Da pena oír eso, claro que sí. Pero desgraciadamente así está montado este circo. Pellicer lo sabe y por eso quiere tener la posibilidad de trabajar tranquilo con el apoyo de todos.

Complicada misión la de poner de acuerdo a todos. Sergio sabe que las relaciones largas se van desgastando con el tiempo y existen fricciones, tampoco la marcha del equipo le ha ayudado. Por tanto, sin saber muy bien qué va a pedir en esa cita, si es que se produce, cuidado a ver si va por lana y sale trasquilado.

En el Málaga todo es posible. Lo de la serie de Netflix va tomando cuerpo y en este capítulo el entrenador va a pedir apoyo a la directiva que ha pasado de él en el momento más complicado y el desenlace habrá que verlo en los próximos días. Sería muy de malaguista que el administrador judicial acabe con el técnico, aunque dudo mucho que sabiendo que él es mucho más débil ante el malaguismo que el propio Pellicer quiera volver a ser el centro de las críticas de los aficionados.